Comentario de los textos “Análisis semiótico del discurso”, capítulo 1, de Jacques Courtés y “Decir casi lo mismo”, capítulo 2, de Umberto Eco

Comentario de los textos “Análisis semiótico del discurso”, capítulo 1, de Jacques Courtés y “Decir casi lo mismo”, capítulo 2, de Umberto Eco*.
Yuly Andrea Rojas Gamboa




(Imágenes tomadas de Internet)









Lo que pretendo a continuación es exponer la siguiente tesis “La perspectiva sobre el análisis del signo propuesta por Jacques Courtés es opuesta a lo planteado por Umberto Eco”.

Para sustentar mi idea, me remito al trabajo expuesto por Courtés en el capítulo 1 de la obra “Análisis semiótico del discurso”. En esta, él retoma el trabajo realizado por el lingüista L. Hjelmslev respecto a la dicotomía Expresión-Contenido/ Significante-Significado, dentro de los cuales existe un desdoblamiento según la relación sustancia vs forma.

En este sentido, este semiólogo plantea que  el lenguaje  es un conjunto de significantes, es todo lo que actúa con la relación expresión-contenido. Courtés afirma que en el análisis de las lenguas naturales, un mismo significado puede corresponder a significantes totalmente diferentes. Esta idea es sustentada desde el ejercicio de traducir, en donde, por ejemplo, la idea de  << casa>>  para el idioma inglés está representada por la palabra  house, o en francés, por maison. Para este caso, la sustancia de la expresión corresponde a los sonidos que conforman las palabras, la forma de la expresión es la estructura organizativa de cada uno de los fonemas h-o-u-s-e y m-a-i-s-o-n, en la forma del contenido   se evidencia la idea que representan esas palabras, la cual corresponde a <<casa>> y finalmente se tiene la sustancia del contenido definida como  un continuum amorfo de significación  el cual se encuentra  fuera del alcance de las ciencias del lenguaje. En este sentido se plantea que la misión de una buena traducción es  encontrar y proponer equivalentes semánticos cuando se pasa de una lengua a otra.

Teniendo en cuenta esta perspectiva, la lengua  se define como  una forma  y no como  una sustancia. La forma semiótica es la única que depende del lenguaje mientras que la materia es presupuesta  por la existencia de las formas. Por lo tanto, la expresión y el contenido no pueden ser aprehendidos, al menos en el marco de las ciencias del lenguaje, sino como forma.

En este sentido, Courtés  argumenta que las ciencias del lenguaje como la semiótica optan por estudiar las formas  de los signos.

Por otra parte, tenemos a Umberto eco, quien en su texto Decir casi lo mismo, en el capítulo “Del sistema al texto”, expone que  desde un punto de vista de la lengua como sistema, el lingüista al hacer una traducción sólo considera las relaciones entre formas (Estructura de la lengua) y no entre contenidos.

Frente a lo anterior, este autor, quien también toma como base para su propuesta el análisis del signo de Hjelmslev, propone entender que el ejercicio de la traducción no se produce entre sistemas sino entre textos. Desde esta perspectiva,  la traducción se concibe como un producto de textos en el que  una lengua  asocia a distintas formas de la expresión y a distintas formas del contenido.  El traductor traduce siempre textos, es decir, enunciados que aparecen en algún contexto lingüístico.

 En este sentido, para traducir un enunciado hay que formular una hipótesis sobre el mundo posible que representa. El traductor al verter el texto de una lengua a otra debe elegir la acepción o el sentido más probable, razonable y relevante de ese contexto y en ese mundo posible.

En este orden de ideas, el texto se concibe como una  sustancia actuada. En el nivel de la expresión hay más sustancias que permiten construir un sentido. Así por ejemplo, en el caso de la frase  la oveja negra de la familia  no solo se toma en cuenta la sustancia de la expresión estrictamente lingüística, sino que además se toma en cuenta fenómenos lingüísticos, soluciones métricas y la rima. Y para el caso de la sustancia del contenido, se toma en cuenta el contexto lingüístico en el que se produjo la enunciación de esta frase. Así, en la traducción de esta frase a otra lengua, la persona debe recurrir a todos los conocimientos lingüísticos en el que se genera un proceso complicado para determinar el sentido de lo que se dice. En este proceso, se evidencia una correlación con mundos posibles o diferentes niveles de sentido que le permitirá al sujeto seleccionar el nivel o los niveles adecuados para formular una hipótesis interpretativa sobre el mundo posible.

Tomando en cuenta lo anterior, Eco expresa que el texto es un fenómeno de la sustancia en la que se determina la sustancia de la expresión y la sustancia del contenido para otorgar el sentido.

Finalmente, observamos dos posturas diferentes sobre el análisis del signo. Por un lado, Courtés quien da prioridad a la forma del signo para llegar a la sustancia. Por otra, Eco quien otorga importancia a  la sustancia la cual plantea unas formas específicas del signo.

*Comentario realizado en las clases de la Maestría en Semiótica, Universidad Industrial de Santander, 2013.
Bibliografía
COURTÉS, Jacques. “Análisis Semiótico del Discurso”. Editorial Gredos. España. (1996)
ECO, Umberto. “Decir casi lo mismo”. Editorial Debolsillo. España. (2009)

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