La sistematización en las prácticas educativas de lectura en Barrancabermeja

La sistematización en las prácticas educativas de lectura en 

Barrancabermeja

Por Yuly Andrea Rojas Gamboa[1]

En la actualidad existe preocupación por cuestionar la manera como leemos y la finalidad de la lectura. Así parece ser el interés de diversos actores como el Estado colombiano, quien bajo el marco de la política “Pásate a la Biblioteca Escolar” busca la cualificación en el desarrollo de las competencias comunicativas de los estudiantes a través de la formación y el funcionamiento de las bibliotecas escolares. En esta directriz una de las estrategias que se está implementando a lo largo de los últimos años la constituye “Leer es mi cuento”[2], la cual apunta hacia la reflexión en torno al comportamiento lector de los colombianos y la importancia de la lectura en el aprendizaje y la vida. A esto se suma la postura y reflexión de Larrosa, quien propone “Lo que de verdad nos preocupa es qué y cómo leer y qué y cómo escribir. Sabemos que es por ahí por donde pasan las opciones más importantes […]” (Barcena F, Larrosa, J y Mèlich J. 2006, p. 245).

Este interés por preguntar sobre las formas de leer y sus múltiples finalidades conlleva a cuestionar sobre el sentido y las diversas maneras como lo construimos cuando leemos.  Es aquí donde debe radicar el foco de los investigadores colombianos si queremos apuntar hacia una comprensión de nuestro contexto social, es aquí donde como investigadora surge mi expectativa por estudiar y construir un saber a partir de la experiencia.  En este caso, el aporte investigativo al que quiero llegar parte del interés y la necesidad por construir un tipo de conocimiento que dé cuenta de las concepciones de lectura de los docentes de una institución educativa de Barrancabermeja que participan en la estrategia “Leer es mi cuento”, en la cual soy tutora.  

Mi aporte en esta construcción y recontrucción de un saber de la práctica es solo una perspectiva investigativa social que se fundamenta en un paradigma de sistematización de la experiencia, desde el cual propongo establecer un estatus epistémico a la práctica en el que la acción es estudiada conceptualmente desde la interacción de saberes, conocimiento y la misma acción. Lograr esto último, implica para mi indagación abordar el estudio de un corpus constituido por los discursos docentes dados en las prácticas pedagógicas de lectura e implementados en los diversos escenarios de enseñanza-aprendizaje en el espacio biblioteca escolar de una comunidad educativa en Barrancabermeja

Pretendo apuntar a la construcción de una epistemología de la práctica que permita dar cuenta y reflexionar en torno a las experiencias de lectura, sus finalidades, la experiencia de los sujetos docentes en las prácticas de lectura y finalmente, intentar reconstruir aquellas formas de leer que se hacen legítimas en la educación y el espacio de biblioteca escolar. Con esta interpretación de la acción busco establecer a la práctica como campo de saber y conocimiento, pero también como espacio para reflexionar y calificar las metodologías, permitiendo ir más allá y generar cambios significativos que impliquen incluso repensar y replantear la matriz epistémica sobre la lectura y la manera como aprendemos. 

Reflexionar e indagar sobre las diversas representaciones que se están construyendo y haciendo valer legítimamente por el docente en torno al acto de leer y cómo estas inciden en la manera como se concibe la educación, la construcción del conocimiento y la cultura, “[…] exige deconstruir la manera de comprender el conocimiento científico y su sistema de reconocimientos, y en algunos casos, construir un campo inter-epistémico nuevo” (Marco Raúl Mejía J, p. 3). En este sentido, se hace necesario que la sistematización de la experiencia se enriquezca con la discusión desde distintos campos científicos que aportan su visión para la comprensión de un fenómeno social. 

De igual manera, busco enriquecer la discusión con la socialización de la sistematización de dicha experiencia con la comunidad educativa en Barrancabermeja y los diversos entes gubernamentales, puesto que es necesario que en este diálogo nos encontremos y nos repensemos para construir y reconstruir un tipo de saber de la práctica compartido, dialogado y reflexivo; en otras palabras, “[…] una lengua que nos permita vivir en el mundo, hacer la experiencia del mundo, y elaborar con otros el sentido (o el sin-sentido) de lo que nos pasa […]” (Barcena F, Larrosa, J y Mèlich J. 2006, p. 247).  Se trata de generar una discusión sobre la relación de los procesos de lectura en los procesos de formación de los estudiantes y en general de la comunidad educativa; una discusión que posibilite “[…] construir el nudo relacional desde las acciones que la constituyen, que se forjan en la interacción del sujeto con el mundo, que hace que estos sean complejos, reflexivos, innovadores, empíricos, pero ante todo, cuando se colocan las posibilidades para realizarlo, productores de saber y de teoría […]” (Marco Raúl Mejía J, p. 3). 

La idea con este proceso de sistematización de experiencia es la puesta en escena de una pedagogía de la finitud desde donde replanteemos las cuestiones éticas, hacer valer la idea de que “[…] la ética no tiene nada que ver con la deontología, con las normas o los imperativos. La ética es el modo como los seres humanos nos relacionamos con los demás, es la respuesta responsable que cada hic et nunc ofrecemos al otro” (Barcena F, Larrosa, J y Mèlich J. 2006, p. 251). 

De este modo, como investigadora de la educación busco comprender un fenómeno social como lo es la construcción de sentido sobre la lectura, a partir de un paradigma de la sistematización de la experiencia como una vía que posibilita la comprensión, el diálogo y la crítica de los diversos saberes y actores que se enmarcan en la práctica educativa de una institución de Barrancabermeja, permitiendo la construcción, la deconstrucción y la reconstruccióntanto a nivel institucional, local, nacional e internacional, de las concepciones y comportamientos sobre las maneras como leemos y nos relacionamos con el mundo.

Bibliografía:

Barcena F, Larrosa, J & Mèlich J. (2006). Pensar la educación desde la experiencia. En Revista portuguesa de pedagogía. (40-1), 233-259.

Colombia Aprende- La red de conocimiento. Pásate a la Biblioteca Escolar. En: http://www.colombiaaprende.edu.co/html/micrositios/1752/w3-article-352567.html (16 de abril del 2017).

Mejía J., Raúl Marco. (2009). La sistematización como proceso investigativo o la búsqueda de la episteme de las prácticas. En: Revista Internacional Magisterio. Medellín: Módulo sobre Sistematización del CINDE.



[1] Estudiante del diplomado, grupo C4. Integrante del Centro de Investigación Cultura y Sociedad (CICS) y del grupo de investigación Cultura Y Narración Colombiana (CUYNACO) de la Universidad Industrial de Santander. Docente cátedra de Taller de Lenguaje de la misma institución.
[2] “Leer es mi cuento” es una estrategia en la que el Ministerio de Educación Nacional, ASCUN y diversas universidades del país participan como formadores y promotores de la lectura en  las diversas instituciones educativas.

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